Oporto ha sido una ciudad que nos ha sorprendido y nos ha encantado. En esta ocasión, fuimos con nuestros amigos Claudia y Jose, además de Lucas, que ya se estaba cocinando en la tripa, por lo que las pateadas que nos gusta hacer, las limitamos un poco, y las cuestas de la ciudad no ayudaban.
Planificación previa
El alojamiento elegido fue el Apartamento Citybreak-Apartment Patio, un apartamento estilo loft, muy bien ubicado y con dos alturas, una cama arriba y otra cama abajo. El sitio estaba bastante bien, no solo por la ubicación, si no también porque era limpio, amplio, etc. Buen sitio.
Respecto a que ver, Claudia nos recomendó varios sitios dónde comer:
- Casa Portuguesa do Pastel de Bacalhau: Mítico para tomar un vinito y una croqueta de bacalao, está al lado de la torre de los clérigos.
- TAPABENTO: No es cocina típica portuguesa, tienen un poco de todo y platos un poco más modernos.
- Casa santo Antonio: Este es una tasca que está muy bien, siempre esta petado. Son tapitas que te van sacando y tú debes decir cuando no quieres que te saquen más.
- Bacalhoeiro: Este está muy bien para degustar bacalao ya que lo tienen en todas sus formas.
- Cantina 32: Sitio modernillo y muy bonito, a lo mejor un poco más caro de media para ser Portugal pero se come de lujo y las raciones para compartir son grandes.
Otra de las cosas que estuvimos planificando previamente, fueron los peajes. Fuimos en coche desde Madrid y en Portugal, las autopistas son de peajes con pórticos, por lo que cogimos una tarjeta virtual vinculada al coche y ya se pagaba automáticamente